jueves, 30 de abril de 2015

La impactante reacción de tu cerebro cuando dejas el azúcar

Los primeros días son difíciles. Casi se siente como si te estuvieras rehabilitando de una adicción a las drogas. Andrew pasó 40 días de abstinencia de dulces. Todos los que me conocen saben que tengo una adicción por lo dulce. Siempre la he tenido. Andrew tiene la misma adicción, y el hecho de vivir en Hershey no nos ayuda mucho.Pero él es más valiente que yo. El año pasado, inició una cuarentena sin azúcar. Esto es lo que puedes esperar:

1. Azúcar: recompensa natural, dosis artificial

_mg_3781-1En la neurociencia, la comida es algo que llamamos “gratificación natural”. Las actividades tales como comer, tener sexo y criar deben ser placenteras para el cerebro para que estos comportamientos se refuercen y se repitan.
Las dietas modernas son el producto de años de transformaciones. Hace una década, se estimaba que el estadounidense promedio consumía 22 cucharaditas de azúcar añadida al día. Hace unos meses, un experto sugirió que el británico promedio consumía 238 cucharaditas de azúcar a la semana .
Son más los que notan que es casi imposible toparse con alimentos procesados o preparados que no contengan azúcar añadida, ya sea para darle más sabor, conservación o para ambos. Y de la misma manera en que las drogas secuestran la vía de la gratificación del cerebro y nos hacen dependientes, el azúcar es adictivo y provoca exactamente lo mismo en tu cerebro que los cigarrillos, el alcohol y la cocaína hacen al cerebro de un adicto.

2. La adicción al azúcar es real

Candy_in_DamascusLos primeros días son difíciles. Casi se siente como si te estuvieras rehabilitando de una adicción a las drogas. Se comen muchos carbohidratos para compensar la falta de azúcar.Hay cuatro componentes principales de una adicción: atracón, abstinencia, ansiedad y la sensibilización cruzada . 

Un experimento: las ratas son privadas de alimento por 12 horas al día, entonces se les da 12 horas de acceso a una solución azucarada y alimento regular. Luego de un mes de seguir este procedimiento, experimentan un comportamiento similar a aquellos adictos a las drogas. Se atracan de la solución azucarada en poco tiempo. Muestran signos de ansiedad y depresión durante el periodo de privación.
El azúcar gatilla la liberación de dopamina en el núcleo accumbens. A largo plazo, el consumo regular de azúcar cambia la expresión génica y la disponibilidad de receptores de dopamina en el lóbulo frontal y
mesencéfalo. Esto significa que un consumo repetido de azúcar a lo largo del tiempo lleva a una señalización de dopamina prolongada, una mayor excitación de las vías de gratificación del cerebro y la necesidad de aún más azúcar para activar todos los receptores de dopamina del mesencéfalo. El cerebro se vuelve tolerante al azúcar, y por ende se requieren mayores cantidades para lograr el mismo efecto.

3. El síndrome de abstinencia al azúcar también es real

img_4966Aunque los estudios fueron ejecutados en roedores, se podría afirmar que los mismos procesos primitivos ocurren en el cerebro humano. Las ansias nunca se van, pero quizá es algo psicológico.Pero es más fácil después de la primera semana.


Otro experimento: las ratas sometidas a un protocolo de dependencia al azúcar luego experimentaron el síndrome de abstinencia al azúcar. Este fue facilitado ya sea por la privación de alimento o por el tratamiento con naloxona. Ambos métodos de tratamiento de la abstinencia conducen a problemas físicos. El tratamiento con naloxona también demostró que ponía a las ratas más ansiosas.
Experimentos de abstinencia similares llevados a cabo por otros científicos también demostraron comportamientos parecidos a una depresión en tareas tales como la prueba de nado forzado. Las ratas que pasaban por el periodo de abstinencia al azúcar mostraban comportamientos más pasivos  que activos al ponerlas en el agua, sugiriendo un sentimiento de desamparo.

Un nuevo experimento: informa que la abstinencia al azúcar está también relacionada con el comportamiento impulsivo. Al principio, las ratas eran entrenadas para recibir agua empujando una palanca. Luego del entrenamiento, los animales volvían a sus jaulas y tenían acceso a una solución de azúcar y agua, o sólo agua. Después de 1 mes, cuando a las ratas se les dio nuevamente la oportunidad de empujar la palanca para obtener agua, las dependientes de azúcar empujaban la palanca muchas más veces que los animales de control, sugiriendo así un comportamiento impulsivo.
Estos son experimentos extremos. Los seres humanos no pasamos por 12 horas de privación de alimento y tampoco nos atiborramos de bebidas y pasteles al final del día. Pero estos estudios en roedores sin duda nos dan una idea de los apuntalamientos neuroquímicos de la dependencia del azúcar y comportamiento.


¿Sigues motivado en hacer una cuarentena sin azúcar? 

Quizá te preguntes cuánto tardará tu cuerpo en liberarse de las ansias y los efectos colaterales. Cada persona es diferente y no hay estudios sobre esto en humanos. Pero después de 40 días, Andrew ya superó la peor parte. “Recuerdo que cuando comí mi primer alimento azucarado, lo encontré demasiado dulce”, dijo. “Tuve que reconstruir mi tolerancia”.

jueves, 16 de abril de 2015

El cerebro de los psicópatas violentos podría no entender el castigo

Los delincuentes psicópatas violentos tienen anormalidades en las partes del cerebro relacionadas con el aprendizaje del castigo, según un estudio de resonancia magnética. Uno de cada cinco delincuentes violentos es un psicópata. No se benefician de los programas de rehabilitación. De la investigación se espera que puedan mejorar las intervenciones para prevenir la violencia y las terapias para reducir la reincidencia.Los delincuentes psicopáticos son diferentes de los habituales de muchas maneras. Los psicópatas tienen una respuesta muy baja a las amenazas, son fríos y su agresividad es premeditada. Se está acumulando evidencias para demostrar que ambos tipos de delincuentes presentan un desarrollo anormal del cerebro.


Es esencial identificar los mecanismos neurales que subyacen a los comportamientos violentos persistentes del psicópata. Han estado utilizando imágenes de resonancia magnética para estudiar la estructura y función del cerebro en una muestra de los delincuentes violentos en Inglaterra y una muestra de personas no delincuentes sanas. Y han encontrado anormalidades estructurales tanto en la materia gris como en tramos de fibras de la sustancia blanca específicos entre los delincuentes violentos con la psicopatía.




Se reclutaron 12 delincuentes violentos con trastorno antisocial de la personalidad y psicopatía, 20 delincuentes violentos con trastorno de personalidad antisocial y 18 sanos. Los delincuentes habían sido condenados por asesinato, violación, intento de homicidio y lesiones. Fueron reclutados del servicio de libertad condicional de Gran Bretaña. Observaron reducciones en los volúmenes de materia gris bilateral en la corteza prefrontal rostral anterior. Estas regiones del cerebro están involucradas en la empatía. También se detectaron anomalías en tractos de fibras de la materia blanca en el cíngulo dorsal, que se asocia específicamente con la falta de empatía que es típica de la psicopatía. Estas mismas regiones participan en el aprendizaje de recompensas y castigos.


Con el fin de tener un comportamiento adecuado, es esencial aprender mediante el castigo. Los delincuentes violentos y los no delincuentes completaron una tarea que evalúa su capacidad para ajustar su comportamiento cuando las consecuencias de sus respuestas cambian de positivas a negativas.La tarea era un juego de combinación de imágenes y cuando los delincuentes violentos realizaron las tareas neuropsicológicas, no pudieron aprender de las señales de castigo y tomaron decisiones de menor calidad a pesar de periodos de deliberación más largos.



Los investigadores también examinaron la actividad en el cerebro durante la realización de la tarea. Encontraron que los delincuentes violentos con psicopatía exhiben una respuesta anormal al castigo dentro de la corteza cingulada posterior y la ínsula cuando una respuesta previamente recompensada fue castigada.
Estos resultados sugieren que los delincuentes violentos la psicopatía se caracterizan por una organización distintiva de la red cerebral que se utiliza para aprender de los castigos y las recompensas. Los delincuentes con psicopatía sólo podrán considerar las posibles consecuencias positivas y no tener en cuenta las posibles consecuencias negativas.Su comportamiento conduce a un castigo en lugar de recompensa como habían esperado.


El castigo señala la necesidad de cambiar el comportamiento. En ciertas situaciones, los delincuentes tienen dificultades para aprender del castigo impuesto para cambiar su comportamiento. Los resultados de nuestros estudios están proporcionando conocimientos sobre los mecanismos neuronales que caracterizan a los delincuentes violentos adultos que pueden utilizarse en el diseño de programas para reducir la reincidencia.Esta información es fundamental para el desarrollo de programas de prevención de la criminalidad violenta. Dado que los crímenes más violentos son cometidos por hombres que muestran problemas de conducta desde una edad temprana, las intervenciones basadas en el aprendizaje que se dirigen a los mecanismos cerebrales específicos que subyacen a este patrón de comportamiento y cambiar el comportamiento reducirían significativamente los delitos violentos.

jueves, 9 de abril de 2015

La extraña forma en la que tu cerebro reacciona cuando comes azúcar

Cada vez que comes esas deliciosas galletas de chocolate, suceden algo impactante en tu cerebro.
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En la izquierda puedes ver lo que le pasa a tu cerebro con el azúcar. A la derecha cómo reacciona el cerebro con las drogas. Hay cierto parecido. Se muestran escáneres cerebrales del cerebro de un obeso y de un adicto a la cocaína.
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Otra comparación: el cerebro normal tiene más rojo que los demás, es la dopamina. Esta se produce en la parte del cerebro asociada con las recompensas. Cuando alguien experimenta una recompensa sus niveles de dopamina aumentan. Para los adictos es al revés: El alza de la dopamina aparece antes de la recompensa. Una vez que se consigue la recompensa los efectos bajan debido a que el cerebro está lleno de dopamina al pensar en comer.
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Otro ejemplo: Este muestra las diferencias químicas que se presentan entre los cerebros de un adicto y una persona normal. Las imágenes de la fila de más abajo son de personas comunes y corrientes, las de la superior son de pacientes que sufren adicciones. Muestran que los adictos tienen menos receptores de dopamina en sus cerebros, las señales de dopamina que se envían entre las células son más débiles.
CONCLUSIÓN:
Descubrieron que el azúcar provoca exactamente lo mismo en tu cerebro que los cigarrillos, el alcohol y la cocaína al cerebro de un adicto. Esto se relaciona con los descubrimientos de otro estudio realizado donde las ratas de un laboratorio se volvían adictas a las Oreo de la misma forma en la que se vuelve adicta a la cocaína, incluso más.Podríamos decir que las Oreo son una droga.
Existen pasos que puedes tomar para limitar tu consumo de azúcar. Brian Wansink y sus colegas de la Universidad de Illinois, descubrieron que la disminución de la visibilidad y la conveniencia ayudaba a los participantes a consumir menos chocolate. Ponerlo dentro de un cajón disminuía su consumo en un tercio. Estos y otros descubrimientos sobre la visibilidad y la poca dificultad para acceder a estos alimentos tienen implicaciones importantes con las políticas públicas.