''Es una lucha constante.''
La ansiedad es un trastorno psicológico que consiste en que la persona que la padece solamente puede concentrarse en un posible daño o desgracia futura. Es un sentimiento de incomodidad general que genera síntomas de tensión. Uno está alerta a cualquier señal, como si el peligro pudiera venir de miles de lados distintos. Esto puede desarrollarse patológicamente y convertirse en una gran carga para el que la sufre. Caitlin Jill Anders escribió un artículo sobre cómo la ansiedad ha influido en su vida:
''Si escucho un ruido en la noche, asumo que es un extraño que ha entrado en mi casa. Las cartas me aterran. Los bailes me estresan. A veces me bloqueo y no sé qué decir, porque socializar se me hace muy difícil. Mi mente se queda en blanco, es demasiado. Algunos días, todo en el mundo me pone nerviosa. Pájaros, máquinas de fax, el metro, los teléfonos, dormir, la comida… cualquier cosa que nombre.
¿Soy rara? Bueno, sí, pero no es por eso que las cartas me hacen retorcerme. Tengo un desorden de ansiedad que me hace aterrarme constantemente. Me aleja de tantas cosas. La gente a veces quiere saber por qué no lo puedo superar. Ellos lo dicen de una forma menos agresiva, más amable, pero de todas formas me duele. ¿Por qué tiene que ser un asunto tan grave? No debería dejar que las cosas me molesten del modo que lo hacen. Solamente debería olvidarlas.
No es un gran tema, dice la gente, y eso es lo que trato de decirme a mí misma -uno y otro día. Sé que nada de lo que siento tiene la importancia como para que me preocupe hasta el terror, pero el trastorno hace que lo tome de manera muy distinta, es muy fuerte. Siempre he sido así. Incluso cuando era pequeña puedo recordar esta condición; me mordía las uñas, me jalaba el cabello y era un desastre. Siempre sufriré de esto, pero nunca definirá quien soy.
Yo soy más fuerte que mi ansiedad. y puedo vivir con ella. Sé que puedo hacerlo, pero aún así me asusta.Los platos me ponen ansiosa; siempre que he vivido con amigos, los platos sucios han sido un tema.Mi ansiedad me ha convencido de que los platos sucios van a infectarme y matarme. Trato de explicar esto, pero mis amigos asumen que soy una fanática de la limpieza. Es difícil de explicar y es difícil de entender, incluso para mí.
Siempre salgo temprano, porque llegar justo a tiempo para mí es como haber llegado tarde. No todo el mundo es así y a menudo termino esperando a mis amigos. Mi ansiedad me hace enojarme con ellos por su atraso, me hacen ponerme irritada y se me ponen los ojos brillantes de lágrimas sólo por esa razón.
A veces, pienso que todos mis amigos me odian. Me vuelvo totalmente segura de que lo hacen. O al menos, eso es lo que dice mi ansiedad. Sé que mis amigos me aman, pero no me cuesta pensar que mi ansiedad los espantará dentro de poco. Las entrevistas me ponen nerviosa. Si la ansiedad no es tan fuerte en ese día, entonces me comporto genial, soy amable y conversadora. Sé qué decir porque no estoy constantemente pensándolo.
Cuando sales con alguien, esa persona se transforma en parte de ti, y desde que la ansiedad está en mí, ella se ha vuelto parte de esa persona también. Mi necesidad constante de atención no es fácil de tratar. Mis ataques de pánico no son divertidos: pregunto muchas cosas, lloro, me vuelvo loca. “No dejes que mi ansiedad te asuste”, le dije a un tipo con el que estaba saliendo. “No lo hará”, me aseguró. Imposible. No fue una promesa, pero para mi ansiedad sonó como una.
La existencia en general me pone ansiosa. Me hago un millón de preguntas, porque estoy convencida que si no lo hago, podría no comprender algo y hacerlo de manera incorrecta. Pero la ansiedad bien manejada puede llevarte a apreciar las cosas pequeñas. Si algo aparece dentro de la vida de una persona ansiosa y no lo hace entrar en ese estado, oh Dios mío, es magnífico y muy apreciado. Los momentos en que no estoy ansiosa los recordaré siempre.
Las personas con ansiedad nunca serán hirientes, porque saben muy bien lo que significa ser herido. Sí que lo saben. No quieren hacer pasar por eso a otros. No quieren que nadie viva lo mismo que ellos. La gente con ansiedad tiende a ser empática, incluso se preocupan de quienes lo han dañado. La gente con ansiedad es intuitiva y sabe escuchar. También aman ferozmente; aman sus trabajos, amigos, y aman la vida. La gente con ansiedad sabe lo difícil que es todo y no dan nada por seguro.
¿Tú también sufres de ansiedad? Si lo eres, entiendes lo que digo. Te sientes como una carga. Te sientes como una incomodidad para la gente que se preocupa de ti. Sabes que no es tu culpa, pero no importa.
A veces, atravieso Florida para ir a un departamento a la 1 de la mañana con un chico que acabo de conocer, húmeda por habernos bañado en la piscina y teniendo sus ojos sobre mí. A veces, salgo con mi mejor amigo y ordeno un plato de comida tailandesa con suma confianza, sin segundas opiniones y sin preguntarme por las calorías o el precio o lo que sea.
Durante esos momentos fugaces, no me siento ansiosa. La ansiedad está tratando de capturarme, y puede ser una pesadilla. Pero a veces, la ansiedad es controlable. La ansiedad me muestra todo lo que tengo y lo que podría tener. Yo tengo ansiedad, pero no soy ansiosa. Esa es la diferencia.''